Flipada sigo, amiguitos. "Philomena" es una historia terriblemente cruda, donde los niños parecen frutas de un mercado. Donde unos posibles compradores las analizan, palpan incluso y deciden si se las llevan o no. La primera parte del film me trasladó inconscientemente a otra historia real, por desgracia, plasmada también en una película mucho menos amable: "Las hermanas de la Magdalena". Cada vez que la recuerdo, me sigue disgustando. Es decir, como películas, ambas son muy buenas, pero no puedo evitar esa desazón que me producen. En ambos casos, los culpables quedaron impunes y destruyeron muchas vidas de gente inocente.
Martin es un periodista introvertido y clasista que está atravesando un mal momento profesional cuando conoce un día por casualidad a Philomena, una mujer muy humilde pero que lleva 50 años ocultando la triste historia de su vida. Su padre la internó en un convento porque se quedó embarazada siendo apenas una muchacha. Humillada y explotada por las monjas, da a luz y su hijo es vendido a una familia estadounidense. Martin, con la idea de escribir la historia del año, ayudará a Philomena a encontrar a su hijo, sin saber que ese hecho cambiará la vida de la anciana y la suya propia.
En términos técnicos, "Philomena" está muy bien proyectada. Su fotografía es adecuada para la época, los actores están soberbios, especialmente su protagonista Judi Dench, cuya expresión es de absoluta sinceridad y probablemente conmovida por la realidad de las líneas de su personaje. El guión es una joyita. Directo, profundo, bien definido. Las notas de humor inglés ayudan bastante a digerir este argumento tan triste, y su banda sonora se adapta perfectamente a la historia. Me ha gustado mucho en términos generales, amiguitos. Os la recomiendo, pero también os aviso de que lloraréis.
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