Os traigo una joya del 58 "La gata sobre el tejado de zinc", cuyo título original es "Cat on a Hot Tin Roof". No tengo idea de por qué se eliminó la palabra "caliente" al hacer la adaptación al español. Misterios del cine.
Guardo un grato recuerdo de esta película, y es que creo que fue el primer clásico que vi. Me entusiasmó su guión y la forma de hacer una película en el mismo espacio todo el tiempo sin que resultara agobiante ver lo mismo una y otra vez. Era tal la intensidad de la historia que no podía dejarla ni un momento. Sorprendentemente solo se llevó nominaciones en las categorías de Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Actriz, entre otras. El caso es que se merecía mucho más.
Ambientada en el sur de los Estados Unidos, "La gata sobre el tejado de zinc" cuenta la historia de cómo la grave enfermedad de un padre de familia (Burl Ives) genera gran preocupación a los hijos y su esposa. Uno de sus hijos, Brick, (Paul Newman) que atraviesa una etapa difícil, se ha vuelto un alcohólico y muestra completa indiferencia hacia su mujer, Maggie, (Elizabeth Taylor) que hará todo lo posible por mejorar la situación. Su hermano y su cuñada, como aves de rapiña, están discutiendo qué pasará con la herencia sin haber perecido aún el abuelo. Las fricciones existentes entre todos los miembros de la familia y cómo se suceden los acontecimientos, hacen de esta película todo un clásico rebosante de talento que alimenta la curiosidad del espectador.
Guardo un grato recuerdo de esta película, y es que creo que fue el primer clásico que vi. Me entusiasmó su guión y la forma de hacer una película en el mismo espacio todo el tiempo sin que resultara agobiante ver lo mismo una y otra vez. Era tal la intensidad de la historia que no podía dejarla ni un momento. Sorprendentemente solo se llevó nominaciones en las categorías de Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Actriz, entre otras. El caso es que se merecía mucho más.
Ambientada en el sur de los Estados Unidos, "La gata sobre el tejado de zinc" cuenta la historia de cómo la grave enfermedad de un padre de familia (Burl Ives) genera gran preocupación a los hijos y su esposa. Uno de sus hijos, Brick, (Paul Newman) que atraviesa una etapa difícil, se ha vuelto un alcohólico y muestra completa indiferencia hacia su mujer, Maggie, (Elizabeth Taylor) que hará todo lo posible por mejorar la situación. Su hermano y su cuñada, como aves de rapiña, están discutiendo qué pasará con la herencia sin haber perecido aún el abuelo. Las fricciones existentes entre todos los miembros de la familia y cómo se suceden los acontecimientos, hacen de esta película todo un clásico rebosante de talento que alimenta la curiosidad del espectador.
Los actores están extraordinarios. Por un lado Burl Ives, cuya interpretación es de lo mejorcito que he visto en el cine. Intenso, arrogante, amargado... posee todos los elementos adecuados para expresar a la perfección qué necesita su personaje. Elizabeth Taylor y Paul Newman están exhuberantes. Con gran clase determinaron un antes y un después en la forma de actuar. Dos grandes figuras que marcaron la diferencia. Fabulosos. Jack Carson y Madeleine Sherwood demostraron ser actores de la vieja escuela. Soberbios.
Como curiosidad, habría que destacar la delicada situación personal que atravesaba Elizabeth Taylor por aquel entonces. Su esposo había fallecido en un accidente aéreo. Y tal vez eso ayudó bastante a que su personaje estuviera repleto de tantísimos matices. Sea como fuere, la película es toda una labor artística. Todos contribuyen con lo que tienen para convertirla en una obra de arte que jamás morirá debido a su magnificencia.
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