"Bienvenidos al fin del mundo" sólo se puede describir diciendo que es desternillante. Amiguitos, al creador de esta peli se le fue mucho la castaña, pero el resultado es muy notable.
Primeramente voy a destacar cuánto me gusta el humor negro y en este film encontraréis una buena dosis del mismo en grandes cantidades. Gary King (soberanamente interpretado por Simon Pegg) es un tipo anclado en su adolescencia y con graves problemas emocionales. Tras haber estado haciendo terapia, decide regresar a su pueblo y junto a sus amigos (todos con vidas muy normales y responsables) decide acabar una ruta de locales bebiendo una cerveza en cada uno. Ya lo habían intentado en el pasado, pero entre la borrachera, las drogas, el sexo y las lagunas mentales, no consiguieron su objetivo de hacer la ruta entera y acabarla en el mítico club "El fin del mundo". Así pues, y sabiéndose solo feliz en el recuerdo de los años ´90, arrastra a sus amigos a repetir la experiencia.
Al margen de la excentricidad de Gary, durante la historia, el grupo de amigos descubrirá algo siniestro que ocurre en el pueblo y que amenaza a la raza humana. Todos liderados por el descerebrado de Gary, se embarcarán en una aventura sin sentido.
¿Si os dijera que me he reído como pocas veces viendo esta peli, me creeríais? De acuerdo que no es una pedazo de obra maestra, pero hay que reconocerle las muchas cosas que ha sabido hacer el director. La he visto en versión original, no sé si el doblaje le hará justicia, espero que sí, pero el guión es muy inteligente y apto sólo para mentes avispadas. Los juegos de palabras son increíbles y los efectos cumplen. Recuerda bastante al humor ácido que utiliza el personaje de Rincewind en el videojuego Mundodisco (humor inglés de la mano de Eric Idle, cómo no).
Personalmente me ha encantado y la recomendaría sin lugar a dudas. Generalmente Simon Pegg y Nick Frost no me defraudan y en esta peli están sobresalientes. Es una mezcla loca entre ciencia ficción y comedia, algo así como si en Los Ultracuerpos todos los personajes se hubieran vuelto majaretas.
Si no os reís con esta película es que sois unos depresivos crónicos.
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