jueves, 28 de noviembre de 2013

THE LAST WILL AND TESTAMENT OF ROSALIND LEIGH


De entrada os diré que a nivel de iluminación esta peli es muy agobiante. Demasiado oscura y generalmente eso suele ser porque los efectos son malos (y de hecho son totalmente prescindibles en esta historia).
Me pareció un recurso muy interesante que algunos personajes aparecieran únicamente como voces en off. Si la véis en versión original además podréis escuchar lo siniestras y profundas que resultan. Realmente es lo mejor de la película y mantiene el suspense durante todo el film. 

Si sentís rechazo por los iconos religiosos: los santos, ángeles, vírgenes, etc, esta película no es para vosotros, pues el espacio en el que se desarolla está plagado de figuritas, estatuas, cuadros y velas que dan un mal rollo que lo flipáis.
 

Al parecer la madre del protagonista, perteneciente a una secta o "grupo de orientación espiritual", muere y le deja en herencia todo lo que posee. Su hijo, el prota, no ha debido tener una buena relación con ella, puesto que no se muestra muy afectado por la pérdida y además llevaban años sin saber el uno del otro.

Durante la historia te haces muchas preguntas, y el hecho de que te mantenga todo el tiempo tenso, genera un estrés emocional increíble, a pesar de tener un ritmo más bien lentillo. En realidad yo sentí como si alguien tratara de comerme el coco. Vamos, una paranoia de 80 minutos, amiguitos.

Creo que no la catalogaría como terror, me parece que se han columpiado un poco con eso, aunque bueno, si fuera terror yo diría un terror muy sútil. Evidentemente no estamos ante cine comercial, y se nota que es de bajo presupuesto. Aún así podría haber sido una película para pasar el rato si el final hubiera sido un poco más desarrollado. Me quedó la sensación de superficialidad al respecto.

La banda sonora es muy auténtica, te mete de lleno en cada escena. Pasas la peli muy, muy concentrado y deseando que no salga de repente algo horroroso en la pantalla que haga explotar tu corazón. No. En lugar de eso te encuentras con una película cuyos momentos de tensión son comparables con los de las pelis del género de finales de los 70, o al menos a mí me recuerda a eso.


A partir del minuto 50 es cuando la cosa se empieza a desmadrar un poco y por eso mismo le voy a dedicar dos patatas. Era innecesario añadir a esa especie de Gollum (mal hecho, además). Es quizá lo que más destaco como elemento que no beneficia a esta producción.

Hacedle caso a mami. Siempre. Aunque sea una loca.

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