EL CLUB DE LA LUCHA

Brad Pitt en "El club de la lucha"

Estos días me ha dado por echar un visionado a películas de los ´90, cuando debido a la juventud de algunos, se asumieron demasiadas victorias en el mundo del cine que yo considero injustas. Hoy es el turno de una de esas películas: "El club de la lucha". Es una descripción completa de un canto a la anarquía. Desde mi punto de vista el mensaje que se pretendía transmitir en esta peli fue defenestrado por el uso de la violencia explícita (que para causas así parece ser necesaria pero no en tal cantidad) y la locura (que le quita realismo y efectividad al mensaje). Con tintes a lo Tarantino y mucha oscuridad, "El club de la lucha" se quedó a medias en su intención.

Eso sí, todos los que conocemos las películas de David Fincher sabemos que suele ser un poco excéntrico a la hora de desarrollar las historias, pero en mi opinión, esta vez, se le fue demasiado la castaña. Todo esto no hace más que perjudicar la estupenda labor de los actores de la cinta, que hacen sus papeles a la perfección: Brad Pitt, Eduard Norton y una Helena Bonham Carter que siempre resulta una buena elección por parte de todos los directores de casting que la escogen para sus papeles. 

Helena Bonham Carter y Eduard Norton

Que cataloguen a esta película como cine de culto viene a dejar de manifiesto que en el mundo hay demasiadas drogas, al margen de que haya cosas de la misma que estén bien hechas, pero el hecho de que intenten plantear como referentes políticos unas doctrinas idealistas, que son y serán siempre utópicas, no implica que sea una película grandiosa. No obstante, me ratifico en que mezclar ideales con locura no es una fórmula para que alguien se tome en serio una historia.

 

Encontrarte con Jared Leto en el reparto tampoco mejora demasiado la perspectiva general de esta película, pero sí es genial ver cómo le parten la cara. Ciertamente podría haber sido mejorable, cambiando algunos elementos del guión y por supuesto al director. 

Crea fama y échate a dormir.