domingo, 8 de diciembre de 2013

CARIÑO, HE ENCOGIDO A LOS NIÑOS

A finales de los años 80, Disney nos sorprendió con una historia loca y divertida: "Cariño he encogido a los niños". Fue todo un bombazo. Ofrecía un reto a la imaginación de todos cuántos la vimos, de hecho, comenzamos a plantearnos lo que haríamos si hubiéramos sido los hijos del científico que accidentalmente los encoge. Hubo una segunda parte, centrada en el hijo más pequeño, un chavalín de 2 años que es un poco caprichoso, pero en lugar de encogerle, en esa ocasión lo agranda. Realmente no ofreció nada nuevo al público, pero también fue entretenida. Así que os recomiendo ambas para vuestros niños: "Cariño, he encogido a los niños" y "Cariño, he agrandado al niño". Voy a hablaros un poco de la primera que fue la que realmente impactó al espectador.

El actor Rick Moranis tuvo que pasárselo pipa interpretando una versión actualizada (en aquel momento) de "The nutty proffesor", pues es un gran científico, pero tremendamente despistado. Desarrollando un proyecto mediante el cual puede encoger el tamaño de los objetos, accidentalmente provocará a sus hijos y a los de los vecinos una reducción de tamaño corporal. Será entonces cuando se embarcarán en una aventura sin precedentes que tendrá lugar en su propio jardín, sitio que con ese tamaño se tornará peligroso cual jungla.

Los efectos especiales de esta peli fueron desarrollados por el mismo que se encargó de los de "Star Wars" e "Indiana Jones". Fue todo un adelanto para la época, resultaba muy curioso cómo habían creado escenas tan míticas como los cereales Cheerios gigantes en comparación con los personajes. Eran más originales en la época a la hora de hacer propaganda.

En definitiva es una peli familiar que tiene un tono cuidado y desprende alegría y diversión por los cuatro costados. Estupenda para los nenes.

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