lunes, 9 de diciembre de 2013

WALL-E


Desde el primer instante en que vi "Wall-E" me enamoró. No solamente es una película conmovedora, sino que además proyecta una gran lección de ecología a los más pequeños.

Ambientada en el planeta Tierra del futuro, donde ya no hay lugar para la vida, encontraréis a Wall-e, un robot adorable, haciendo la labor para la que fue creado durante cientos de años: Limpiar el Planeta de toda la basura que hay en él.

Descubrirá que hay algo más que puede hacer aunque no sea la misión para la que fue construído (además de coleccionar cachibaches, parece que tiene el síndrome de Diógenes, el pobre).






Un día conoce a Eve, una robot nueva y mejor preparada que él, pero harán buenas migas a pesar de que al principio no se entiendan muy bien. Juntos irán por toda la galaxia y vivirán una serie de aventuras con tal de proteger a la última planta del Mundo.



No es de extrañar que ganara varios premios de renombre a la Mejor Película de Animación, como un Óscar de la Academia, un Globo de Oro, un Bafta y muchos más; pues técnicamente es muy vistosa. Me gustaron muchísimo las texturas, para la época estaban muy logradas. El argumento es sensacional y la forma de plasmarlo me pareció una obra de arte. 


Dulce, espontánea, a ratos divertida y muy, muy entretenida, os gustará si sois algo sensibles. Ya os adelanto que a los peques les suele fascinar. 



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